Capota rígida - rompecabezas en línea
Capota rígida
En el diseño de automóviles, una capota rígida se caracteriza por ser un elemento construido habitualmente de chapa metálica, destinado a proteger a los pasajeros de las inclemencias meteorológicas. Por regla general son una parte fija de la carrocería de un vehículo, en contraposición con las capotas flexibles de los convertibles convencionales, que pueden plegarse para dejar al descubierto el habitáculo. Los techos rígidos normalmente ofrecen una mejor impermeabilidad, insonorización y durabilidad que las capotas construidas a base de tela.
Sin embargo, también existen algunos tipos de techos rígidos que no son fijos y pueden retirarse, ya sea desmontándolos y separándolos del vehículo, o abatiéndolos en el maletero del coche. Esta última configuración fue desarrollada en la década de 1930 y empezó a ser utilizada en vehículos producidos en serie por lo menos desde la década de 1950.[1] La solución más habitual es que la capota rígida retráctil (ya sea articulada o no) quede guardada en el maletero mediante un sistema de bisagras generalmente accionado por medio de un mecanismo electrohidráulico.
Por otro lado, entre las décadas de 1950 y 1970 se diseñaron numerosos automóviles cuyo techo rígido de chapa recubierta de vinilo (por lo general, no desmontable), imitaba por motivos estéticos la apariencia de una capota de tela de un convertible convencional, dando origen a los modelos conocidos en inglés como hardtop.